viernes, 22 de febrero de 2008

ME GUSTA METERLE EL DEDO A LA MANZANA

David Mamani Cartagena

Aludiendo sarcásticamente a uno de los versos de la canción del grupo de rock local Track, "La Manzana"; escribo este artículo. Tardío momento para hablar de la Manzana Uno y la disputa legal como caprichosa, que sostienen dos instituciones con un colectivo artístico. Por un lado la honorable Brigada Parlamentaria Cruceña y la Sociedad de Estudios Históricos y Geográficos de Santa Cruz. Para qué hablar más del tema. Adjunto links con las respectivas opiniones de blogs y diarios locales:

http://www.eldeber.com.bo/2008/2008-02-17/vernotaescenas.php?id=080216184411





MEMORIA COLECTIVA


Primero. La Manzana Uno no es posesión de los honorables ni de los estudiosos; es de Santa Cruz, de sus habitantes, cuales fieles contribuyentes del sistema impositivo, mantienen el mobiliario histórico del Casco Viejo y toda la ciudad, sea público o privado.

Segundo. Una vez más la estupidez se concibe al plantear la creación de más espacios burocráticos porque de eficiencia no hay nada; cuando los honorables cruceños intentan apropiarse de la Manzana, inundando de oficinas administrativas, quizá el único lugar no contaminado del centro cruceño.

Tercero. No desmerezco en particular la gestión de la Sociedad de Estudios Históricos y Geográficos de Santa Cruz. Su aporte es valioso porque rescata y registra la memoria de una sociedad como la nuestra. Digo sociedad por su valor antropológico e histórico, obviar clases sociales. Sin embargo cabría ampliar el sentido de memoria, de historia, argumentando que ésta, la historia; se escribe para adelante. Eterno cliché, pero sí.

Señores: si hablamos de identidad, dejemos que la memoria permanezca intacta, abstrayendo con el presente y no el pasado la construcción de una verdadera identidad cruceña. Dejemos un legado contemporáneo a las próximas generaciones.

La historia no se escribe declarando patrimonio o baluarte cada rincón de la ciudad. Qué descabellada y necia idea señor Nino Gandarilla. Eso apenas constituye la comidilla del momento eufórico y hormonal autonomista que se vive.

Señores, ingenuo sería pensar que en unos años más caminaremos por la Manzana Uno, recordando que alguna vez fue una valiosa galería de arte, con más de 10.000 asistentes por mes. Un lugar donde expusieron artistas cruceños (y bien cruceños) como: Tito Kuramotto, Sergio Antelo, Quito Velasco, Valia Carvalho, Alfredo Muller, Roberto Unterladstaetter, etc.

Cruceños adoptados como Ejti Stih, Juan Bustillos, Roberto Valcárcel, Jorge Padilla, Raquel Schwartz, León Saavedra, Magenta Murillo, etc.

Artistas internacionales como Michel Bouvet, Ernesto Azcuy, Chalo Tulián, Keu Okano, Mika Ebata, etc.

Quedará recordar que alguna vez, una gestión del Gobierno Municipal, realizó un concurso, convocando a proyectistas cruceños idóneos para rescatar un sitio olvidado, destruido, meado y cagado hasta el cansancio por vándalos, borrachos y drogadictos del medio; transformando mediante la unión de la plaza de armas con el mentado paseo, una obra vanguardista para esta ciudad que alguna vez supo valorar semejante regalo. Esto sí quedará para la historia.

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