domingo, 18 de mayo de 2008

¿CINE GAY U HOMOEROTISMO?

David Mamani Cartagena


“El amor que no se atreve a decir su nombre”

Oscar Wilde


El movimiento gay-lésbico internacional ha trascendido al arte a través de una falacia denominativa. La estética gay alcanza un nuevo parámetro de atención para los heterosexuales: el cine gay.

El Primer Festival Internacional de Cine Diversidad Afectiva-Sexual se inauguró el pasado miércoles en nuestra ciudad. El evento organizado por la Fundación Igualdad y que cuenta con el apoyo de la Red Iberoamericana de Cine Lésbico, Gay, Bisexual y Trans; proyectará 29 filmes hasta la fecha presente.

Debo confesar que antes de escribir este artículo borré ciertos conceptos que podrían rayar en la homofobia como “el aparecido cine gay” o “no espero la condena de los puristas y/o activistas”.

Cabría preguntarse entonces, ¿qué es el cine gay?

En un sentido amplio, toda obra literaria o de arte visual en general; películas en el caso descrito, cuya temática o narrativa retratan las relaciones afectivas y/o sexuales entre dos personajes del mismo sexo, pertenecen a una manifestación: el homoerotismo; lo que tampoco condiciona la identidad u orientación sexual del autor y/o intérprete. Tampoco intento reducir la causa reivindicativa de la comunidad gay en Bolivia.

Mi escepticismo da cuenta que al vivir en un país “democrático”, donde las minorías son todavía consideradas minorías y que poco o nada representan la ansiada interculturalidad, la confusión de términos es letal.

Como bien definía Gerardo Guerra (productor de cine local) en la nota extractada del suplemento Brújula del diario El Deber, titulada "Escudriñando en el otro cine" (17 de mayo de 2008): “El cine gay no es un género, es una temática que siempre ha estado, y es válido incluirlo en Bolivia”.

Esa temática que roza la ficción, la recreación de caracteres en los filmes, alcanzan un valor artístico en cuanto a la sensibilidad o expresión de quien dirige o actúa, transmitiendo la misma sensibilidad al espectador. En esa lógica, hasta cierto punto es correcto que la comunidad lésbica - gay – trans de Santa Cruz proponga un nuevo concepto sobre la estética gay referida en este caso al cine, titulando al evento “diversidad afectiva – sexual”.

El llamado cine gay constituye un vehículo de respeto, sin embargo, la condición independiente de estos filmes se mezcla con el lado comercial, el "mainstream hollywoodense" en algunos casos. Películas como Boys don’t cry (Hillary Swank), Philadelphia (Tom Hanks y Antonio Banderas), Monster (Charlize Theron y Cristina Ricci) o la reconocida Brokeback Mountain (Heath Ledger y Jake Gyllenhaal) se citan como ejemplos. Aquí se replantea la duda, ¿Qué es el cine gay?

Todos los actores y actrices que participaron en los filmes nombrados no exponen su orientación sexual real, se asume que son heterosexuales. Entendiendo la idea del homoerotismo no se puede afirmar que el cine gay es dirigido por gays, actuado por gays y exhibido a un público gay.

A colación otro caso específico. Tomando en cuenta un personaje histórico como Alejandro Magno, cuya vida representada en el filme “Alexander” de Oliver Stone y protagonizada por Colin Farell, al constituir una versión edulcorada y grandilocuente del personaje, no descartaron en asumir su homosexualidad, lo que posteriormente fue considerado un insulto para los machos griegos del siglo XXI. Aparece esa dicotomía de la fama, los personajes gays comunes (estereotipos) y los gays célebres, entre ellos Frida Khalo, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Marcel Proust, Andy Warhol, etc.

Santa Cruz de la Sierra acoge el Primer Festival Internacional de Cine Diversidad Afectiva-Sexual entre el morbo heterosexual y la representación de su comunidad, lo que conlleva a asumir el valor artístico dejando de lado el rótulo “gay”.

Comentando anteriormente sobre el título del festival “diversidad afectiva-sexual", considero una sutileza marcar la diferencia, intentando socializar un bien intangible e individual como es el amor y un derecho humano como es la sexualidad. Todavía recuerdo una película tan inteligente como "Dependencia sexual". Nadie había descrito la condena de poseer un falo masculino o una vagina femenina como Rodrigo Bellot.

También quiero aclarar que la idea de homoerotismo no se limita a las relaciones afectivas y/o sexuales entre dos personas del mismo sexo. El homoerotismo conforma un patrón estético referido al arte visual y literario para su deleite.

Bajo mi identidad heterosexual, si hablo de homoerotismo declaro abiertamente que el torso desnudo de Brad Pitt no tiene nada que envidiar al bello rostro de Colin Farell.


Notas:

(1) En el afán de evitar estereotipos, desistí incluir imágenes o gráficas referidas al tema.
(2) Recomiendo visitar el siguiente blog:
http://lizhamilton.blogspot.com/ de Alberto Mira, crítico de cine gay.

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